5/4/20

5 de abril de 2020






Piornal, 10 de mayo de 2018.

Oigo
a la Vega
en la Lira.
Tengo
la fuerza
de la flor
que rompe la tierra.











Estridulan
mis huesos
estriados
en la
carcasa
del amanecer

Así te llamo.

Estridulo mi alma,
froto
un día en otro.

(Cigarra)










Piornal, 7 de mayo de 2018.


Al albur de un soplo de aire Sierra de Peloche en la Apertura de la hoz. Cantos negros en La Borera. Las barbas de oro de la Consolación. Todos los nombres son aquí estrechamientos. [TorManTos] Cuerda de los infiernillos, el Estecillo hacia el Collado de las Yeguas. Pedregal de San Justo. Garganta de las fuentes negras. Ahora sé quién soy, el sol ha quemado mi voz en las alturas. Lo seco en los ojos. Hojas negras arremolinadas contra el muro, y bebo, creo en ella, no puedo dejar de creer en lo vivido y bebido, ab-sorbido y orinado. Mi sed es mi destino. El silencio es sólo silencio. “Mea culpa” se oye. Mea la culpa. Entre las Villuercas y Gredos las nadas. Con la boca llena de polvo azul hablé desde el Canchal de la Ceja.

(Perdido)

5 comentarios:

  1. Se despliegan imágenes maravillosas, y esa serie de nombres, que supongo hacen mención a accidentes geográficos, en el último poema, nombres que se llenan de magia.
    Enhorabuena

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  2. Así lo siento yo también, muchas gracias.

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  3. Viajar con los sentidos y las emociones es leer tus poemas.
    Vivirlos y entenderlos con otras palabras que consiguen contextualizarse fuera de su entorno natural... Nuevos paisajes.
    Mi admiración.

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  4. Muchas gracias por sus palabras: mensajes dentro de botellas arrojadas al mar.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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